¿Meade y sus aires de indiferencia?, por Raúl Torres Jiménez
De mis últimas comisiones de trabajo en Comunicación Social, en la primeras semanas del señor Duarte de Ochoa, estuvo el asistir a la central núcleo eléctrica Laguna Verde, porque iba a ser visitada por el entonces Secretario de Energía, José Antonio Meade Kuribreña. Luego de los filtros de rigor, pasamos al interior de la planta. De entrada, se acercó un sujeto ajeno a Laguna Verde para advertirnos que «por ningún motivo» osáramos intentar entrevistar al secretario Meade porque «no está permitido».
Luego prácticamente fuimos aislados en una oficina, en donde permanecimos casi hora y media, y finalmente, alguien nos avisó que «el señor secretario concluirá su recorrido», no sin antes advertirnos que «por ningún motivo» nos acercáramos, y solo se tomarian fotos si alguno de sus chalanes lo autorizaba. El señor Meade, con jeans y camisa blanca de manga larga, con las manos metidas siempre en las bolsas delanteras del pantalón, pasó como a tres metros de distancia de donde estábamos, con aire de indiferencia. Notoria diferencia con el entonces todavía director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, aunque por estar ya muy enfermo no había acudido, pero que en otras ocasiones al pasar saludaba.
Ahora, hay campaña para convencernos que Meade es amable, atento, la mar de sencillo, que hasta viaja en avión en clase turista, sin importarle que su asiento esté a un lado del WC. Así lo quieren vender como el nuevo salvador de la Patria por parte del sistema…