Tiger Woods cierra participación en Genesis Invitational con buenas sensaciones

Compitiendo hasta el final en su torneo de reaparición, Tiger Woods cerró el Genesis Invitational con una última tarjeta de dos sobre par, que lo situaba en el puesto 45 provisional, pero con buenas sensaciones de cara a los retos de esta temporada.

«Esto es progreso, es la dirección correcta», declaró Woods a su salida del Riviera Country Club de Los Ángeles (California), donde el español Jon Rahm pugnaba por un título que le devolvería el número uno mundial.

Mi equipo ha estado fantástico recuperando mi cuerpo día a día y preparándome para jugar todos los días», afirmó Woods. «Esa es la parte difícil que no puedo simular en casa. Aunque jugara cuatro días en casa, no es lo mismo que la adrenalina, intensidad, concentración que se necesita para jugar a este nivel».

Antes de la batalla final entre Rahm y Homa, los aficionados despidieron con una gran ovación a su ídolo Tiger Woods, que no competía desde el Abierto Británico del pasado julio.

Woods, de 47 años, deslumbró con su mejor ronda (67 golpes, cuatro bajo par) desde el accidente automovilístico de 2021 que le causó graves lesiones en la pierna derecha que le dificultan caminar.

El ganador de 15 torneos de Grand Slam saltó al campo luciendo una camiseta con su tradicional color rojo de las jornadas decisivas, cubierta esta vez por un chaleco oscuro, y vivió un arranque positivo firmando un birdie en el hoyo inicial y salvando el par con apuros en el tercero.

Pero Woods volvió a lucir problemas con el putt y acumuló en toda la jornada cinco bogeys y tres birdies para una tarjeta final de 73 golpes (+1).

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