Melissa, cerca de la muerte en Texas; sería ejecutada el 27 de abril

La mexicana-estadunidense Melissa Lucio está condenada a pena de muerte acusada por la muerte de su hija en Texas, en un proceso lleno de irregularidades que, según sus abogados, prueban su inocencia.

Mientras sus abogados denuncian las fallas en el proceso, piden clemencia para ella o, al menos, aplazar la aplicación de la pena máxima.

Su ejecución está programada para el próximo 27 de abril, de llevarse a cabo, sería la primera aplicación de pena de muerte a una mujer latina en Estados Unidos.

Sin embargo, cuenta con el apoyo de políticos de ambos partidos, líderes religiosos y comunitarios quienes piden la anulación de su condena.

El 15 de febrero de 2007, Mariah, de 2 años de edad, se cayó de las escaleras de su casa. Su madre Melissa la encontró con sangre en los dientes, pero sin más lesiones que evidenciaran un daño mayor.

Dos días después, la menor se quedó dormida en la cama de sus padres y amaneció sin vida. De inmediato sus padres llamaron al 911.

Cuando la llamó la policía para hacerle preguntas por el caso, Melissa Lucio fue interrogada por cinco agentes durante más de cinco horas, sin permitirle comer, beber o dormir, describe el resumen del caso elaborado por los abogados de Melissa, al cual Excélsior tuvo acceso.

Los abogados afirman que ella se vio coercionada a confesar un delito que no cometió ya que es víctima de abuso doméstico. Incluso su esposo, el padre de Mariah, fue declarado culpable de poner en riesgo a sus hijos.

“Melissa estaba especialmente vulnerable a la agresividad, intimidación y manipulación sicológica en las tácticas del interrogatorio de la policía y autoridades masculinas debido a su historial de abuso, trauma, bajo coeficiente intelectual y altos niveles de sugestión”, explicó el documento.

De acuerdo con su equipo de defensa, el caso se basó en la confesión obtenida en el interrogatorio, en el testimonio de uno de los agentes, quien dijo que estaba “seguro” de que era culpable, y en las heridas que tenía el cuerpo de Mariah a la hora de su defunción.

Sin embargo, los fiscales nunca buscaron evidencias científicas que comprobaran la culpabilidad, o inocencia, de la mujer.

Además, los fiscales declararon homicidio incluso antes de que comenzara la autopsia.

RESPUESTAS

Incluso, dos expertos en confesiones falsas analizaron el interrogatorio, afirmaron que la supuesta confesión fue una “respuesta automática” y era poco confiable.

Según el Registro Nacional de Exoneraciones, de las 67 mujeres que han sido absueltas de pena de muerte, 17 de ellas incluyeron confesiones falsas, mientras que 20 de ellas incluyeron niños que fueron víctimas.

Desde 1973, 186 personas han sido exoneradas de esta pena, 16 de ellas, en Texas.

A su favor

“La ejecución de Melissa Lucio sería un fracaso histórico de la justicia. Este organismo tiene el poder de evitar la ejecución de una mujer condenada incorrectamente y evitarle a esta familia la angustia de perder a Melissa, reparando la tragedia que han enfrentado”, reza la solicitud de cambio de pena de muerte a una sentencia menor, emitida el 22 de marzo pasado.

Ahora, siete expertos, incluidos médicos y peritos forenses de relevancia nacional revisaron la evidencia en el caso.

De acuerdo con el doctor Michael Laposata, presidente del Departamento de Patología de la Rama Médica de la Universidad de Texas en Galveston, al momento de su muerte, Mariah tenía indicios de coagulación intravascular diseminada, un trastorno que afecta la coagulación de la sangre y provoca moretones extensos después de una lesión en la cabeza.

Además, cuatro integrantes del jurado expresaron que no les permitieron acceder a información relevante sobre el caso.

En este contexto, han crecido las voces de apoyo para Lucio.

Actualmente, un grupo de 80 congresistas de la Cámara de Representantes de Texas expresaron su apoyo a la inocencia de la mujer sentenciada.

El jueves pasado, los legisladores locales se reunieron con Melissa.

“Nos abrazamos, rezamos y hablamos de su amor por sus hijos”, compartió el congresista Rafael Anchía.

“El tiempo se acaba. El estado debe escuchar a la familia de Melissa y a los innumerables defensores que piden #JusticiaParaMelissa”, agregó.

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