Juan Gabriel como nunca antes: Netflix revela su vida íntima en la docuserie ‘Debo, puedo y quiero’

De Juan Gabriel parece que los mexicanos sabemos todo. Es tan cercano con sus canciones, que entran sin más a cualquier hogar, calle, auto y oído de cualquier persona en el cotidiano, que parece que lo conocemos bien. Se han escrito libros, hecho bioseries, entre la ficción y su versión, y hasta un próximo documental. ¿Qué más hay que decir de él? Muchísimo más y desde su propia perspectiva, desde sus propias grabaciones de videos, audios y escritos nunca antes vistos.

En la docuserie Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero, dirigida por María José Cuevas —documentalista de otras historias como La dama del silencio: El caso Mataviejitas y Bellas de noche—, que se estrenará este 30 de octubre en Netflix, abre un material inédito desde la visión de Alberto Aguilera Valadez en su cotidiano: en la intimidad de sus composiciones, en la regadera o en trozos de papel que dejaba en cualquier lugar de su casa; la convivencia con sus seres más allegados y su afición por registrar su vida, la personal, en video, en audio y en escritos, desde que se levantaba de la cama.

¿Qué dudas despejará este documental acerca del trato con su círculo más cercano, su familia, sus amores, su privacidad? Ya que “lo que se ve no se pregunta”, María José Cuevas respondió acerca de las revelaciones, confirmaciones o no, que hará la docuserie de cuatro episodios, a nueve años del fallecimiento del Divo de Juárez. Así lo compartió la directora a Excélsior.

Yo creo que Juan Gabriel lo dijo muy claramente. O sea, ‘lo que se ve no se pregunta’ y eso para nosotros también fue una guía. Al entrar a este archivo, pues ahí está su vida y Juan Gabriel no es una persona que se escondió, ni mucho menos, es una persona que fue completamente libre en el escenario. Tratamos de contar su historia a partir de esta gran frase de él, de ‘lo que se ve no se pregunta’.

También creo que otra frase importantísima que nos hizo mucho eco es la que está escrita en este mural que está en Ciudad Juárez que dice: ‘Felicidad a todas las personas que están orgullosas de ser quién son’. Ése era Juan Gabriel. Juan Gabriel estaba orgullosísimo de ser quién era”, afirmó Cuevas.

Tras una vasta investigación y elección del material, entre el que se encontraron con videos personales, entrevistas inéditas y la dualidad en la que vivía, entre el artista y el ser humano, Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero presenta nuevas aristas del intérprete de Noa Noa, desde la soledad y su deseo por tener una familia y una figura materna amorosa hasta la fama, la traición y la valentía de salir a cantar cual si no pasara nada.

Justamente creo que el gran tesoro y lo que hace tan especial a esta serie es que es narrada casi en su totalidad con el material que él grabó, siendo Alberto Aguilera, el personaje privado, pero también Juan Gabriel, el personaje público, porque él, desde muy temprana edad, tuvo esta conciencia y esta casi obsesión de registrar toda su vida y de irla archivando.

Por un lado, es conocer y meterte desde los videos caseros en la vida de Alberto Aguilera para entender al gran ídolo que todos conocemos y que se ha contado mucho de él. Pero esto está hablado en primera persona, el principal narrador es esta intimidad que te da el archivo. Nunca se ha hablado así, nunca se ha narrado la historia de Juan Gabriel ni de Alberto de esta manera”, expresó la directora.

Entre los descubrimientos al sumergirse en este material, Cuevas adelantó que hubo muchos tesoros, muchos dulces que saborear para verse ahora en la pantalla.

Hubo hallazgos en el material que eran extraordinarios, desde el poner un casete de audio y escuchar a Alberto tarareando las canciones, que después se convirtieron en himno o el pedacito de una servilleta donde, de pronto decía, ‘Hasta que te conocí…’, y dices ‘¡ay, no, es el inicio’, la frase que nos va a llevar a una canción. Esos serán los grandes tesoros.

Narrativamente creo que también van a encontrar cosas muy padres, muy reveladoras. Pero no quiero spoilear nada. Creo que la experiencia de ver los cuatro capítulos de corrido es increíble, porque ahí está el arco del personaje, de los dos personajes, y también ves cómo va cambiando el archivo según la época y el tipo de material”, señaló.

LAZOS DE CONFIANZA CON SU FAMILIA

La productora Laura Woldenberg habló del proceso para acceder a estos archivos, los derechos de la imagen y la relación que hubo con la familia, particularmente con el hijo de Alberto Aguilera Valadez, Iván Aguilera, su heredero universal y albacea de su legado artístico y económico.

Nosotros sabíamos que había un archivo importante de su vida, porque se conocía que él registraba parte de su vida, pero nunca imaginamos que era tanto. O sea, fueron más de dos mil tapes, medio millón de archivos en audio, muchísimas fotos, libretas, partituras, las letras de sus canciones…

Entonces, para poder acceder a eso hay que construir lazos de confianza con la familia, porque ellos son los que estaban resguardando todo esto, los que tienen los derechos de todo esto y siempre desde un respeto total al personaje.

Nosotros les presentamos cuál era la idea de lo que queríamos hacer. Por un lado, preservar el legado de Juan Gabriel, y por otro, sí nos interesaba mucho que se conociera a Alberto Aguilera, porque era lo que nosotras como documentalistas podíamos aportar, ese lado que no se conocía. Como cualquier ser humano, tiene, claros, oscuros, defectos y cualidades y necesitábamos hacer un trabajo que se sintiera realmente honesto”, dijo Woldenberg.

Enfatizó que lo que querían era no caer en amarillismos, pero tampoco hacer algo como edulcorado, sino que se sintiera real.

Creo que eso lo entendió muy bien la familia, confiaron en nosotras y poco a poco nos fueron abriendo las puertas a todo su acervo, hasta conseguir una película que solamente se cuenta con esta gran cantidad de ese archivo, pues es su archivo personal”, precisó.

Ante la versiones de que Juan Gabriel sigue vivo y que no partió aquel 28 de agosto de 2016, la productora Ivonne Gutiérrez manifestó, sin ofrecer mayores detalles de si esto está planteado en el documental, que “Juan Gabriel está absolutamente vigente”.

Es alguien que está, como dice María José Cuevas, presente en nuestras calles, en nuestra cultura, lo seguimos escuchando, lo seguimos extrañando. Entonces está omnipresente y es vigente y bueno, es Alberto, Alberto muere, pero Juan Gabriel es eterno. Él ahí está”, planteó.

Acerca de los desafíos de esta producción y de organizar todo un rompecabezas con la cantidad de material obtenida, señaló que fue una labor gigantesca.

Nunca nos imaginamos al empezar el proyecto a lo que nos íbamos a enfrentar en los retos que eran. Se tuvo que diseñar un plan de producción específicamente para abordar esto, desde almacenamiento, inventariar el material, catalogarlo, visualizarlo, pensando en que son dos mil tapes, pero de todos esos pues había Betacam, Super 8, MiniDVD, VHS. Entonces, fue construir un gran cuarto de visionado, un gran equipo y muchos meses de trabajo.

Fue un reto de producción del que yo estoy muy orgullosa, del equipo que se armó y de poder navegar todo, de estas infinitas horas de material y que terminaron en la historia que tenemos hoy enfrente”, concluyó.

Seguido de este estreno, el iconico primer concierto de Juan Gabriel en Bellas Artes, que data de 1990 y donde estuvo acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional, será proyectado en el Zócalo capitalino el 8 de noviembre con tomas nunca antes vistas del archivo de Juanga, que forman parte de la serie documental.

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