- Leticia López debe renunciar por el bien de los cordobeses
- La ciudadanía tiene la oportunidad de oro para quitarla
Por: Guillerrmo Ramos Murillo
*** LA PERMANENCIA DE la alcaldesa de Córdoba Leticia López Landero el año próximo se va a tambalear con amplias posibilidades de caerse, en tanto gran parte de los cordobeses consideran que la munícipe debe renunciar al cargo por dignidad y porqué no decirlo, también por vergüenza con todo y que sus lambiscones se tiren mucho al piso y le digan que está haciendo bien cosas.
Motivo de su ignorancia, la presidenta se dejó rodear de pura gente nefasta, oportunista y traidora que no pierde oportunidad para filtrar información a las redes sociales para exhibirla y luego ella para justificar sus errores, responde que “los periodistas son misóginos”. Pobre alcaldesa.
Desde el primer día de su gobierno, la presidentita municipal ha hecho todo mal y nuestra ciudad ha trascendido las fronteras, pero por ser una ciudad ingobernable, insegura,
llena de violencia, pero con todo y eso, existen algunas plumas que la alaban y pretende defender lo indefendible, aunque como alguien dijera por allí, “la lana, es la lana”.
Córdoba no tiene ninguna necesidad de soportar a una presidenta soberbia e ignorante como Leticia López Landero, una dizque presidenta que no representa a nada ni a nadie, tal y como dijera el empresario cafetalero Domingo Muguira Revuelta, una presidenta que solo se está robando el dinero y quiere salir millonaria de este puesto.
Si alguien dijo que López Landero tenia tres años para corregirse está en un grave error, pues ésta presidenta no se compone ni yendo a bailar Chalma.
*** EN CÓRDOBA, SOLO una persona del nivel de Domingo Muguira ha puesto el dedo en la llaga al decir tajantemente que se deben unir los cordobeses para sacar a la alcaldesa de ese cargo pues porque simple y sencillamente “no representa a nada, ni a nadie”.
Los empresarios, los líderes de organizaciones, los taxistas, las colonos, los Antorchistas, los comerciantes ambulantes y todos los cordobeses tienen la oportunidad de deshacerse de una alcaldesa inepta, soberbia, que solo ve para sus intereses personales y los de su familia. Los que saben del tema aseguran que en Córdoba no gobierna la presidenta, sino su marido Eduardo Luz.
Imagínense mis tres lectores que su hija locatel hubiera ganado la diputación local estaríamos más mal que peor y más aún, ahora quiere también convertir a su hijo en candidato a la presidencia municipal. Los cordobeses entonces se preguntan ¿qué tendrá en el cerebro esta presidenta panucha? ¿ya se estará enfermando del cerebro o padece demencia senil?
Lo cierto es que en los primeros días de enero, los miles de cordobeses que no están de acuerdo el pésimo “trabajo” de Leticia López que deben ser algo así como un 99 por ciento, deben tomar el palacio municipal por tiempo indefinido, no pagar el predial e impedirle el paso a la alcaldía para que de una vez por todas el Congreso del Estado tome cartas en el asunto y se vaya a la cocina en donde es su lugar.
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