La exitosa serie Consuelo, ambientada en la Ciudad de México de los años 50, está de vuelta con una segunda temporada que llega cargada de risas, drama y reflexiones que no pasan de moda.
Con un elenco encabezado por Cassandra Sánchez Navarro y Catherine Siachoque, la historia continúa explorando las contradicciones de una época en la que las mujeres parecían condenadas a ser “esposas perfectas” y “madres ejemplares”, pero ahora con un toque más atrevido y directo sobre temas como la sororidad, la libertad femenina y hasta el derecho al placer.
Cassandra Sánchez Navarro y Catherine Siachoque regresan en ‘Consuelo 2’
En esta temporada, los personajes siguen mostrando el choque entre dos formas de ver la vida. Catherine Siachoque, quien interpreta a Olga, reconoce que su papel la obligó a entrar en la mente de aquellas mujeres que vivían atrapadas en las reglas de la alta sociedad.
“Olga es el reflejo de muchas mujeres latinoamericanas en los años 50. Su rol era claro: complacer al marido, tener hijos, cocinar, ir a misa o al club. Todo giraba en torno a las apariencias”, explica la actriz.
Catherine recuerda que incluso en su propia familia se repetían esas costumbres. “Mi mamá me decía que no podía ir sola a fiestas. Y todavía hoy, a veces, si eres casada, hay gente que cree que no deberías llegar sola a ningún lugar. ¡Es absurdo!”, agregó.
Los retos de interpretar a mujeres en los años 50
Si algo distingue a Consuelo es que no le teme a los temas incómodos. Esta temporada vuelve a poner en la mesa conversaciones sobre el despertar sexual femenino, la doble moral y los prejuicios sociales.
“Hay quienes critican que toquemos el tema del placer femenino o del trabajo de las mujeres. Pero lo importante es hablarlo. Los consoladores existen desde siempre, desde los de piedra o bambú hasta los más modernos. No es un tema nuevo, solo incómodo para algunos. Aquí lo contamos con humor y con verdad histórica”, dice Siachoque.
El placer femenino y la sororidad en la trama de Consuelo
En la primera temporada, Consuelo y Olga parecían polos opuestos. Para sorpresa del público, en esta nueva entrega, aunque siguen siendo rivales, hay espacio para que se conozcan mejor.
“Seguimos siendo enemigas, pero la vida siempre da vueltas. Cada una mantiene su esencia, pero la serie nos regala la posibilidad de explorar la sororidad”, cuenta Cassandra Sánchez Navarro.
La actriz destaca que el motor de la historia es precisamente cómo las mujeres encuentran fuerza al unirse:
“Consuelo es el eje de la sororidad, logra envolver a las demás en un proyecto común y les enseña a ser empáticas y cómplices. Eso es muy poderoso”.
Lecciones que dejan los personajes
Más allá de la comedia y el glamour de época, tanto Cassandra como Catherine reconocen que sus personajes les dejaron aprendizajes profundos.
“Me dio un agradecimiento enorme por las mujeres y hombres que lucharon para que hoy tengamos derechos que antes eran impensables. En esa época no podías abrir una cuenta bancaria o tener propiedades a tu nombre. Imaginarlo te sacude”, comparte Sánchez Navarro.
Por su parte, Siachoque asegura que interpretar a Olga le dio más empatía hacia las mujeres de generaciones anteriores. “Muchas veces juzgamos a nuestras madres o abuelas, pero ellas vivieron en un mundo que las limitaba. Verlo desde sus ojos me ayudó a comprenderlas y abrazarlas”, explicó.
Uno de los puntos más disruptivos de la serie es cómo habla de la sexualidad femenina en un tiempo en el que era casi un tema prohibido. Cassandra reconoce que interpretar a Consuelo fue liberador:
“Siempre he tenido claro quién soy y esa seguridad contagia. Genero espacios donde la gente puede ser libre, sin juicios. Y eso se tradujo en la energía del rodaje. Consuelo celebra a las mujeres, y eso no siempre es fácil entre nosotras. Pero aquí se vuelve parte del éxito”.
Una serie para ellas… y también para ellos
Aunque gran parte de la audiencia de Consuelo es femenina, las protagonistas coinciden en que los hombres también tienen mucho que ganar viéndola.
“Me encantaría que la vieran con nosotras. Los hombres pueden aprender muchísimo de lo que hemos vivido las mujeres. Si hubieran estado en nuestra posición, habrían hecho lo mismo o más. La serie es para todos”, dice Cassandra.
Un viaje estético a los años 50
El vestuario, la escenografía y los detalles de época no son solo un adorno, sino un personaje más dentro de la trama.
“Los sombreros, los guantes, los coches, las casas… todo está cuidado al detalle. Es un deleite visual que además ayuda a contar la historia. Hace que la serie sea mágica”, cuentan las actrices.
Risas con conciencia histórica
Aunque trata temas serios, Consuelo nunca pierde el toque cómico. Cassandra lo resume así:
“El humor está en lo real. En el primer capítulo mi marido me deja, y en vez de llorar, el público se ríe porque es ridículo cómo pasa todo. Esa mezcla entre drama y comedia está escrita de una manera brillante”.
Uno de los giros más esperados es el regreso de Carlos Julio, interpretado por Lincoln Palomeque, quien se convierte en el antagonista principal de la historia.
“Eso refleja lo que pasó tantas veces en la historia: hombres que se apropiaron del trabajo de las mujeres. Aquí veremos cómo Consuelo, más liberada que nunca, se enfrenta a esa situación con fuerza y con mucho humor”, adelantaron.
La segunda temporada de Consuelo promete carcajadas, reflexiones y escenas que harán hablar a todo el público.
“Cada capítulo es un recordatorio de que podemos reírnos, emocionarnos y al mismo tiempo cuestionar lo que damos por sentado”, concluyeron sus protagonistas.
