Con angustia, Real Madrid va por el tricampeonato

CIUDAD DE MÉXICO.- La angustia reinó en el Clásico entre Real Madrid y Bayern Múnich. Dejó sin aire a jugadores y espectadores hasta la última jugada, en un encuentro de estrategia y manejo de emociones, en el que el conjunto ‘merengue’ eliminó a un aferrado conjunto bávaro que nunca se dio por vencido, para avanzar por tercera ocasión consecutiva a la final de la Champions.

El partido fue totalmente distinto en términos estratégicos al de ida, tanto por el resultado parcial, como por algunas ausencias que no permitieron, especialmente a Zinedine Zidane, plantear el duelo de la misma manera.

Los ‘merengues’ vieron las deficiencias de su defensa muy rápido en el encuentro. Al minuto dos, un gol de Joshua Kimmich alumbró todas sus posibilidades de remontar para los alemanes.

La multifunción de Marcelo, el esfuerzo físico de Cristiano y de un renacido Karim Benzema descontrolaron la línea defensiva de los bávaros. Así cayó el empate, con un gran desmarque del delantero francés para rematar con la cabeza el centro preciso del lateral brasileño.

Ya en la segunda parte, un error del arquero Ulreich abrió la puerta a los blancos: sin decisión, salió a resolver un balón retrasado, quiso tomarlo con las manos ante el acecho rival, pero al darse cuenta que el pase venía de un compañero, de último momento quiso despejar con el pie. Fue demasiado tarde, Benzema tomó el balón y lo mandó al fondo.

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