A pesar de que dejan municipios con desafíos en materia de seguridad –uno de los temas que más preocupan a los ciudadanos– alcaldes en todo el país, y de todos los colores partidistas, buscan reelegirse el 2 de junio.
En Morelos, es el caso de los presidentes municipales de Cuernavaca, Cuautla, Yautepec, Emiliano Zapata, Xochitepec, Temixco y Huitzilac, todos escenarios frecuentes de hechos de violencia. En este último municipio, una masacre dejó ocho víctimas mortales la semana pasada, pero Rafael Vargas Muñoz aspira a mantenerse en el cargo como candidato de la alianza PRI-PAN-PRD-RSP.
Plutarco Elías Calles, Sonora, mejor conocido como Sonoyta, ocupa el segundo lugar entre los 50 municipios más peligrosos del país. Pese a ello, el morenista Luis Enrique Valdez quiere repetir. En Celaya, con 70 homicidios por cada 100 mil habitantes, volvió a apuntarse Javier Mendoza Márquez, abanderado por la coalición Fuerza y Corazón por Guanajuato.
En la ciudad de Colima, una de las ciudades más violentas del mundo por su tasa de homicidios de 156.4, Margarita Moreno está en una batalla legal para rescatar su candidatura por Movimiento Ciudadano y mantenerse en la presidencia municipal.
En Acapulco, otro municipio con alta tasa de homicidios (55.9) debido a la lucha por el control territorial entre varios grupos delictivos, la morenista Abelina López intenta mantenerse al frente del gobierno local.
