CIUDAD DE MÉXICO.- Este año se registrará una dramática aceleración de la transformación digital en empresas de todas las industrias y tamaños en México para hacer frente al impacto de la contingencia sanitaria y no correr el riesgo de desaparecer.
Para Óscar Silva, socio líder del área de Global Strategy Group de KPMG en México, es un buen momento para que todas las compañías que no hayan iniciado un proceso de este tipo se cuestionen cuál va a ser su modelo de negocio hacia adelante con el fin de adaptarse a la nueva realidad.
Esto último porque deben repensar la manera en cómo trabajan y se acercan a los clientes, así como el papel que jugarán las tecnologías en ese objetivo.
“No hay una receta general para la transformación digital. Tienes empresas líderes en su ramo que ya debieron iniciar su digitalización y, por otro lado, tienes a las pequeñas y medianas empresas que deben iniciar este proceso, pero no van a adoptar las tecnologías más disruptivas porque sería prohibitivo en términos de costo”, detalló al platicar con Excélsior.
Una herramienta que están utilizando varias empresas es la omnicanalidad debido a que permite tener una relación física y digital con el cliente, el cual puede compartir la información sobre sus necesidades, preferencias y experiencia.
Por ejemplo, en el sector de retail algunas tiendas han colocado dispositivos donde se pueden consultar los catálogos extendidos que han provocado mejores decisiones de compra y un aumento en el promedio de artículos adquiridos.
El objetivo de la omnicanalidad es que la experiencia del cliente sea fluida en todos los medios que tiene a su alcance, por eso las plataformas deben interactuar de forma óptima entre sí buscando lograr incrementos en las ventas y la lealtad de los clientes.
Silva consideró que esta herramienta es una gran ventaja competitiva si se sabe cómo gestionarla y aprovecharla de manera adecuada porque, lo cierto es que, iniciar la digitalización no siempre es garantía de éxito.
Hay varias empresas que no desarrollaron su canal digital de manera apropiada y ahora con la pandemia se están declarando en bancarrota. En el otro lado están las empresas 100% digitales a quienes les “está yendo como nunca con ventas que se han hasta duplicado”.
A lo que se añade que las compañías de tamaño pequeño y mediano tienen una importante restricción para adoptar nuevas tecnologías, es decir, el acceso a recursos o financiamiento. Una opción para ellas, de acuerdo con el socio líder del área de Global Strategy Group de KPMG en México, es aprovechar la tecnología de acceso libre que no requiere una inversión sustancial de capital.
“El ser una pequeña y mediana empresa ya no es una justificación para no iniciar este proceso digital”, advirtió el especialista de la consultora global.
Las opciones
Para Silva, México no está atrasado en la digitalización si se compara con otros países similares o de América Latina. Al contrario, ha logrado ubicarse como un centro de desarrollo tecnológico en temas como Fintech y continúa creciendo en mercados como el comercio electrónico.
Ante esto, consideró que hay algunas tecnologías que las empresas deben tener en la mira para impulsar su digitalización. Por ejemplo, la robótica impacta a todas las industrias y puede significar una reducción de costos importante. A esto se añaden la cadena de bloques, mejor conocida como blockchain, y el internet de las cosas que también pueden mejorar las operaciones.
“Esas tres son tecnologías que se aplican a muchas industrias y que todavía están siendo altamente disruptivas, podrían cambiar de manera dramática la manera en que opera una industria y cómo se posiciona con sus competidores”, resaltó.
Adicionalmente, hay otras tecnologías que apenas están investigándose y que también podrían significar un cambio importante en los negocios como los drones, la impresión en tercera y cuarta dimensión, así como los coches autónomos.
El proceso
Una vez que se ha tomado la decisión de iniciar la digitalización, Silva indicó el primer paso es medir dónde se encuentra la empresa, es decir, su posición con respecto a qué están haciendo los competidores, así como una evaluación interna y las tecnologías a su alcance.
Por ejemplo, pueden utilizar el radar de tecnologías disruptivas de KPMG que indica por industria cuáles son aquellas que deben tenerse aplicadas, como la factura digital, y cuáles están desarrollándose y podrían tener un impacto positivo a futuro.
“Lo que tienes que hacer después es evaluar la madurez de tu modelo financiero, de negocio y operativo. A veces pensamos que la disrupción digital solo viene en el tema con el cliente, pero va en toda la cadena”, aseguró.
Una vez evaluada esa madurez, entonces hay que definir un plan para los próximos tres años, aunque en algunos casos deberá ser un plan anual porque la tecnología cambia muy rápido.
Lo siguiente será empezar una ejecución controlada y que tenga pruebas piloto eficientes y flexibles. Al mismo tiempo deberá establecerse un plan para cambiar la cultura organizacional y las formas de trabajo para un mayor impacto.
Las tecnologías tienen que generar una nueva experiencia para los consumidores”: Óscar Silva Socio líder del área de Global Strategy Group de KPMG en México
Los cinco pasos para lograr una transformación digital del negocio:
1. Mapear los disruptores y habilitadores tecnológicos para cada industria
2. Evaluar la madurez de los modelos (financiero, de negocio y operativo)
3. Definir un plan para los próximos tres años y priorizar las iniciativas relacionadas, definiendo los objetivos por lograr para alinearlos con la estrategia
4. Empezar con una ejecución controlada, con pruebas piloto ágiles, eficientes y flexibles, mejorando conforme avanza el proyecto
5. Trabajar en los cambios necesarios tanto en la cultura organizacional y las formas de trabajo, como en el ecosistema necesario para innovar
Fuente: Excelsior
