Inmerso en la violencia, Veracruz se desangra, pero el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares tiene sus prioridades: preparar el terreno a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez para que lo suceda en 2018. Incluso ya puso en marcha un mecanismo político-electoral para posicionarlo. El diputado federal de Morena Cuitláhuac García Jiménez, aspirante a gobernar la entidad, sostiene que el mandatario estatal hizo un pacto con personajes presuntamente vinculados a la delincuencia organizada. Sólo así, afirma, se explica que no haga nada por atender la problemática que mantiene postrada a la entidad.
XALAPA, Ver. (Proceso).– La violencia, los secuestros, robos de autos, ejecuciones y otros delitos de alto impacto se exacerban en la entidad, pero eso parece no importarle al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. De hecho, está ocupado en diseñar la estrategia político-electoral para entronizar a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez –quien ocupa la alcaldía de Boca del Río– como su sucesor.
Para el diputado federal de Morena Cuitláhuac García Jiménez, esa postración en la entidad sólo es posible a partir de los “pactos” y “relaciones amicales” que el mandatario hizo con políticos corruptos y caciques regionales presuntamente vinculados con organizaciones delincuenciales.
