JOJUTLA, Mor.- Las calles que antes estaban cubiertas de los escombros que dejaron los sismos de septiembre del año pasado poco a poco van dejando su sombrío aspecto.
Ahora, la mayoría de las viviendas está en obra negra y otras tantas lucen un color naranja brillante que colorea el paisaje. Las familias están dejando poco a poco las calles para vivir en sus nuevas casas.
Rafael Hidalgo, damnificado en Jojutla, explicó que “nosotros participamos en una fundación, que es la fundación de Carlos Slim, que nos hizo el beneficio de apoyarnos con una vivienda digna”.
Rafael está contento porque ayer, al cumplir ocho meses del sismo, el gobierno de Morelos y la Fundación Carlos Slim, a través del programa Unidos por Morelos, le entregaron su vivienda de dos pisos, con tres recámaras, acabados, amueblada y tendrá un jardín; la vivienda está valuada en 600 mil pesos.
Durante la entrega de los apoyos del Fonden hubo muchas irregularidades, pero también entre los propios damnificados hubo quienes promovieron una u otra fundación y causaron confusión, la mayoría, hasta el momento, no ha concluido sus casas y algunas quedarán inconclusas, porque el apoyo de reconstrucción no les alcanzó, pero los que firmaron con Unidos por Morelos recibirán hasta muebles.
Sergio Beltrán, encargado del programa Unidos por Morelos, explicó que “vamos alrededor de las mil 500 viviendas, de las cuales 400 son de reubicación; por lo tanto, son alrededor de mil 100 viviendas que no son reubicación, pero que son daño total de Unidos por Morelos, las cuales ya están en proceso 500, 517 para ser exactos, ya entregamos las primeras 100 y tenemos como 900 viviendas firmadas, ya con la intención de hacerlo a través de la fundación, lo cual, les recuerdo, no son viviendas de 120 mil pesos, sino son viviendas de 165 mil, incluso entregaremos unas en Jojutla, las primeras de dos pisos que son de más de 600 mil pesos”.
De las viviendas de daños parciales se han entregado ocho mil paquetes para la reconstrucción y en mayo se entregará 100%; es decir, cerca de 11 mil paquetes, con lo cual 100% de la gente que no fue reconocida por el Fonden y que fue reconocida por Unidos por Morelos tendrá su paquete para reparar su casa.
SU ESPOSO Y EL TEMBLOR LA DEJARON ENTRE ESCOMBROS
Obdulia, madre de tres hijos y habitante de Santa María Xadani, se recupera paulatinamente de las privaciones y el dolor que le dejaron los sismos de septiembre de 2017, cuando una parte de su vivienda se derrumbó y su matrimonio se fracturó.
La cocina de la casa se vino abajo. Mi cocina querida y necesaria, pues además de ser el espacio donde preparo los alimentos para mis hijos, también era mi lugar de trabajo, pues ahí guisaba los antojitos que diario vendía de casa en casa .
Sin embargo, el colapso más difícil de sortear fue la separación de su pareja, ocurrida en esas fechas.
Decidió (mi esposo) irse y dejarnos entre los escombros. Él desatendió su responsabilidad, como cabeza de familia y padre de tres hijos”, narró.
Mis hijos me apoyaron a retirar los escombros y rescatar los ladrillos enteros. Ellos y yo mantuvimos la ilusión de ser beneficiados con el censo de Sedatu, pero no sucedió”. La mujer zapoteca, de 35 años, nuevamente prepara antojitos, y sola ha reconstruido su casa. Entre los habitantes se ayudan.
-Patricia Briseño
RECONSTRUYEN COMUNIDAD POBLANA CON DONACIONES
Esta localidad tiene apenas 500 familias. Es una comunidad del municipio de Izúcar de Matamoros. Carece de drenaje y agua entubada. Cuando sucedió el sismo del pasado 19 de septiembre, docenas de viviendas resultaron afectadas, algunas se vinieron abajo. No hubo muertos; la tragedia dormía a cielo abierto.
Lizeth Castro veía asombrada los estragos del movimiento telúrico en la Ciudad de México y más tarde conocía que también en Morelos, Puebla Oaxaca y Chiapas había muertos, heridos y viviendas dañadas.
Con tantas manos en la capital del país, ella, Guillermo Serrano, Paulina Feria, Bibiana Parra e Irma Moreno conformaron un grupo para ayudar en esos pueblos.
Inicialmente, repartieron despensas, ropa y medicamentos, y corrieron la voz entre más amigos y conocidos sobre las condiciones de pobreza en las que vivían los damnificados.
De esta manera, tomaron la decisión de apadrinar la reconstrucción del pueblo de dos mil 500 habitantes, donde el cemento llega por donaciones de Cemex, el cual, junto con dos revolvedoras de la empresa, les ha permitido levantar 18 viviendas y tener en la mira llegar a 33.
