CIUDAD DE MÉXICO.- Majo Cornejo nació en una familia de músicos en la Ciudad de México. Su impulso para convertirse en cantante siempre estuvo en casa, desde que era niña. Su voz levantó el vuelo a nivel internacional al sumarse a las filas del Cirque du Soleil en su más reciente espectáculo, Luzia, inspirado en su país natal.
Vía telefónica desde Estados Unidos, la cantante relató a Excélsior la sensación de pertenecer a la legendaria compañía circense que enaltece el talento humano; así como a Luzia, que explora los diferentes paisajes, imágenes, colorido, sonidos y tradiciones de México, inmersos en la historia de un sueño surrealista.
“Estaba participando en un reality show en México (Creando boleros) en el que cantaba boleros, huapangos, música mexicana y ahí estaban buscando a un cantante mexicano para el show. Literalmente me encontraron por Facebook y me escribieron para ver si quería audicionar para ellos.
Audicioné en un proceso de alrededor de ocho meses, donde me hicieron pruebas no sólo de canto, sino de partituras, actuación, resistencia física y después me volaron a Montreal para mi última audición. Allá me ofrecieron quedarme con ellos”, señaló la cantante de 24 años.
Cornejo señaló que fue su forma de interpretar lo que atrajo la atención de los creativos del Cirque du Soleil, cuyas producciones tienen como destino a público de todo el mundo, pues sus historias son realizadas con un lenguaje visual universal, más allá de un idioma en particular.
“Tenía 20 años entonces, ahora 24. ¿Cómo una niña de 20 años podía contar historias de esa manera? Eso les llamó la atención e hizo que me quedara con el papel.
Estar en el Cirque du Soleil es un asunto de resistencia mental y física, porque no es nada fácil dar 10 funciones por semana y cambiar de país, ciudades, costumbres e idiomas. Ahora estoy un poco más acostumbrada al tour que hicimos de dos años, en Canadá y Estados Unidos, después de la creación de Luzia, y me siento muy contenta”, precisó la cantante.
Los 19 números musicales, compuestos exclusivamente para este espectáculo por el canadiense Simon Carpentier, el también director musical, abarcan ritmos que van del huapango al bolero, de la cumbia al norteño y la banda, así como una fusión de sonidos latinoamericanos.
Majo no es la única mexicana en la compañía. También está el guitarrista Rodrigo de la Mora, así como la especialista en pole dance, Diana Ham, el titiritero Gerardo Ballester Franzoni y el diseñador de escenografía y utilería, Eugenio Caballero, quien ganara el Oscar en 2007 por Mejor Dirección de Arte por la película El laberinto del fauno.
“Se trata de un viaje imaginario a través de México: un turista cae en México y lo descubre por medio de paisajes, canciones, personajes y la música. Todo el show es en español, así como sus canciones. La música es interpretada por dos mexicanos, dos colombianos, un venezolano, un puertorriqueño y un hawaiano. Cada uno le metió el sabor de su país como un homenaje a la música latinoamericana.
Simon Carpentier se fue a meter a lugares de mariachi, mercaditos, la sinfónica, para captar ese sonido mexicano que está muy bien plasmado dentro de Luzia”, dijo Cornejo, quien está involucrada en 18 de las 19 canciones.
La sensación de escuchar tales sonidos que la identifican y con los que creció en su ambiente en una producción como Luzia, le provoca orgullo.
