La mañana de este 13 de diciembre, el entretenimiento se puso de luto y, es que se confirmó una noticia que sacudió al mundo del espectáculo y, es que Abraham, padre de Selena Quintanilla, murió a los 86 años de edad. Su muerte marca el cierre de un capítulo en la historia de una de las familias más influyentes del tex-mex.
Abraham Quintanilla no solo fue el padre de la llamada Reina del Tex-Mex, sino también su principal guía y mánager durante los años en los que Selena se consolidó como un fenómeno musical sin precedentes. Su nombre quedó inevitablemente ligado a la carrera de su hija, pero también a una historia de perseverancia, sacrificios y convicción artística.
A.B. Quintanilla confirma la muerte de su padre
La noticia de la muerte fue confirmada por su hijo, el músico A.B. Quintanilla, a través de un emotivo mensaje publicado en su cuenta oficial de Instagram. La publicación, acompañada de una foto de Abraham Quintanilla, rápidamente se viralizó y generó miles de reacciones de condolencias y mensajes de apoyo.
Es con un gran corazón hacerles saber que mi padre falleció hoy, escribió A.B. Quintanilla, en un mensaje breve pero cargado de dolor, que evidenció la cercanía y el respeto que siempre existió entre padre e hijo, tanto en lo personal como en lo profesional.
La confirmación por parte de A.B. no solo validó la información, sino que también abrió la puerta a una oleada de recuerdos, homenajes y mensajes por parte de artistas, fans y medios de comunicación de distintos países.
El hombre detrás del fenómeno Selena
Abraham Quintanilla ganó fama internacional por ser el principal responsable de la carrera artística de Selena Quintanilla, una de las figuras más queridas y recordadas de la música latina. Desde sus inicios, fue él quien creyó en el talento de su hija, organizó presentaciones, gestionó contratos y tomó decisiones estratégicas que llevaron a Selena de cantar en eventos locales a conquistar escenarios internacionales.
Su estilo como mánager fue, en muchas ocasiones, objeto de debate. Para algunos, era estricto y controlador; para otros, simplemente un padre decidido a proteger y encaminar la carrera de su hija en una industria compleja y, muchas veces, implacable. Lo cierto es que su disciplina y visión fueron determinantes para que Selena se convirtiera en un ícono cultural.
