Prohibición del rock en México: por qué censuraron el género musical (y cómo sobrevivió)

Imagina un México donde no podías ni escuchar, ni asistir a un concierto de rock… pues ese país existió: este género musical fue blanco de prohibición y marginación. ¿Cuándo pasó este suceso?

Lo que empezó como desconfianza hacia un género “rebelde” se convirtió en una restricción sistemática que marcó generaciones. La chispa que encendió esa censura fue el legendario Festival de Avándaro en 1971, también llamado el “Woodstock mexicano”.

Tras ese evento multitudinario, el gobierno (encabezado por Luis Echeverría), los medios y sectores conservadores lo estigmatizaron como “escándalo moral”, y el rock fue señalado como cultura de decadencia.

Desde entonces, se aplicaron medidas que limitaron conciertos, espacios y radios musicales para el género. Pero el rock no murió, ya que en pleno cerco cultural, nació un espíritu underground: “hoyos fonky”, conciertos en casas, corridos rockeros, discos clandestinos y, décadas después, un resurgir que reivindicó al rock en México.

¿Cuándo se prohibió el rock en México?

El punto clave ocurrió en 1973, cuando se efectivizó la prohibición formal de conciertos de rock en escenarios grandes y se endurecieron sanciones para radios que emitieran rock. Muchas estaciones de radio retiraron el género, sellando una invisibilización mediática.

El rock pasó de ser música joven visible a desaparecer de la programación oficial. Lugares para realizar presentaciones oficiales fueron vetados para bandas de rock de cierto tamaño; este ciclo de censura estuvo presente hasta bien entrados los años setenta, donde las presiones culturales y políticas persistieron.

Durante esos años muchos músicos abandonaron proyectos, algunos emigraron o cerraron forzosamente sus espacios de presentación.

¿Por qué prohibieron el rock en México?

El contexto político de los años setenta en México estaba marcado por una inquietud oficial hacia cualquier manifestación cultural que pudiera movilizar jóvenes o generar cuestionamientos al orden.

Fue a partir del Festival Rock y Ruedas de Avándaro, realizado en septiembre de 1971 en el estado de México, un evento masivo de música rock con asistencia multitudinaria.

Lo que debía ser un festival de música y automovilismo se convirtió en un episodio cargado de escándalo ante los ojos del sector conservador: reportes mediáticos hablaron de nudismo, drogas, inmoralidad. El evento fue usado como argumento para demostrar que el rock era un “riesgo social”.

Ese festival dio pie para que autoridades y prensa lo vinculaban con desorden, juventud alborotada y fenómenos contraculturales que escapaban al control del Estado. Después de Avándaro, comenzó una campaña de demonización del rock en periódicos, radio y discursos oficiales.

Se temía que el rock fomentara la disidencia, el uso de drogas, el desorden social o la pérdida de valores tradicionales. Por eso se prohibieron conciertos en grandes recintos, se sancionó a emisoras que transmitieran rock y se ocultó o minimizó la presencia del género en radios comerciales.

Durante el sexenio de Luis Echeverría (1970‑1976), hubo medidas y decisiones gubernamentales para regular y censurar el rock. En ciertos años, tocar este género en clubes grandes o transmitirlo en radio se volvió riesgoso. Bandas desaparecieron, estaciones renunciaron a sus derechos musicales y los jóvenes migraron hacia espacios clandestinos.

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