En medio de días de descanso y lejos del ruido mediático, Christian Nodal y Ángela Aguilar han decidido desconectarse del ajetreo y reconectarse con sus raíces, así, la pareja, que no deja de acaparar titulares desde que confirmaron su relación, se encuentra disfrutando de unos días tranquilos en El Soyate, el icónico rancho de la familia Aguilar en Zacatecas.
Pero más allá del descanso, el cantante sonorense tuvo un gesto que conmovió a muchos: visitó el mausoleo donde descansan Antonio Aguilar y Flor Silvestre, abuelos de Ángela y leyendas indiscutibles del regional mexicano.
A través de una historia en su cuenta de Instagram, Nodal compartió una imagen desde el panteón familiar. En la foto se pueden ver los retratos pintados de Antonio y Flor, sombreros charros, arreglos florales y una atmósfera que habla por sí sola del amor y respeto que la familia guarda por sus raíces.
Uno de los detalles que más llamó la atención fue una emotiva dedicatoria que adorna la tumba:
“Ser tu amor mi premio de Dios, ser tu esposa un privilegio. Te adoro. Flor”, se lee.
Una frase que, sin duda, resume la conexión única que existió entre dos íconos de la cultura mexicana.
Nodal, cada vez más parte de la dinastía Aguilar
Durante su estancia en Zacatecas, Christian no solo ha rendido homenaje a los abuelos de su esposa, también ha aprovechado para involucrarse en las tradiciones de la familia Aguilar, particularmente en la charrería.
De hecho, en redes sociales se comenta que está aprendiendo a montar, siguiendo los pasos de Ángela, Leonardo y Pepe, quienes han convertido el arte ecuestre en un estilo de vida.
El viaje ocurre poco después de que Nodal volviera a ser tema de conversación tras su entrevista con Adela Micha, grabada en su rancho de Houston, donde habló abiertamente de su matrimonio con Ángela y recordó su pasada relación con Cazzu, madre de su hija Inti.
¿Quiénes fueron Antonio Aguilar y Flor Silvestre?
Ambos fueron pilares del regional mexicano. Antonio Aguilar, El Charro de México, grabó más de 150 discos, participó en más de 120 películas y dejó una huella imborrable en la música y el cine.
Flor Silvestre, por su parte, fue una de las voces femeninas más representativas del género ranchero y figura clave en la Época de Oro del cine nacional.
Hoy descansan juntos en El Soyate, donde su legado sigue vivo no solo en su música, sino también en las nuevas generaciones que, como Ángela y ahora Nodal, llevan con orgullo su memoria.
