Rúbrica… Postales del desabasto, Por Aurelio Contreras Moreno

Rúbrica
Postales del desabasto
Por Aurelio Contreras Moreno

Uno de los principales problemas que ha evidenciado la incapacidad y en buena
medida la corrupción del actual régimen es el del desabasto de medicamentos. Y
no es cualquier problema. Es uno que cuesta vidas.
El pasado domingo, cientos de personas marcharon en la Ciudad de México y
otras ciudades del país para exigir acceso a medicamentos. No fue una
manifestación partidista, aunque algunos políticos de oposición se sumaron, así
como en su momento quienes hoy gobiernan se sumaron a otras manifestaciones
civiles cuando no estaban en el poder. Pero fue en lo general una marcha de
enfermos, madres, activistas y ciudadanos, muchos de los cuales han visto morir a
sus hijos, padres o parejas por la falta de fármacos oncológicos, antibióticos y
anestésicos en hospitales públicos. “Queremos medicinas”, fue el llamado y la
consigna.
Con la ausencia de empatía y la mezquindad que la caracteriza, usando ese tonito
burlón indigno de quien tiene la más alta responsabilidad en este país, la
presidenta Claudia Sheinbaum descalificó la movilización al sugerir que estaba
encabezada por la diputada panista Margarita Zavala. Eso, para no atender el
fondo del reclamo y salirse por la tangente. Como si la presencia de la política
opositora –quien se presentó motu proprio y no fue organizadora- fuera suficiente
para negar la realidad o desvirtuar la demanda.
La movilización del domingo 10 de agosto fue convocada por la organización civil
Nariz Roja AC y replicada en más de diez ciudades. En el Ángel de la
Independencia, familias con niños enfermos portaban peluches y pancartas que
decían “el cáncer no espera”, “no más mentiras, queremos medicina”, “nuestros
niños están muriendo”.
No hubo banderas partidistas ni consignas electorales. Lo que hubo fue una
exigencia legítima: que el Estado cumpla con su obligación constitucional de
garantizar el derecho a la salud. Palabras que seguro no fueron del agrado de la
inquilina de Palacio Nacional cuya respuesta fue, como siempre, la descalificación.
Porque de soluciones, nada.
Este martes, la gobernadora de Veracruz Rocío Nahle se encontró de frente con el
contraste entre el discurso y la cruda realidad: por un error de logística, durante
una gira arribó a un hospital donde no estaba previsto que llegara en el municipio
de Zongolica. Lo que se encontró fue un desabasto del 80 por ciento de los
medicamentos.
A donde la mandataria debía haber llegado era al hospital del IMSS Bienestar de
Tlaquilpa, en la misma sierra indígena de Zongolica, en donde le esperaba un
nosocomio con un abasto al 92 por ciento. Pero en el hospital del IMSS en
Zongolica, los médicos le informaron que solo contaban con 45 de las 195 claves
de medicamentos requeridas.
La gobernadora se comunicó con el titular del IMSS Bienestar en Veracruz,
Roberto Ramos Alor –quien fue nombrado en ese cargo por su recomendación,

pero cuya incapacidad y corrupción son antológicas- quien le señaló que los
insumos médicos habían sido enviados al hospital que ella no visitó, lo que
evidenció de manera vergonzosa que el abasto solo se concentra en los centros
de salud por donde pasan los funcionarios a tomarse la foto.
También fue exhibido que el discurso de cobertura total no resiste una visita no
programada –algo que los usuarios de esos servicios saben bien, porque lo
padecen diariamente-, y que el sistema de salud en zonas rurales sigue
dependiendo de improvisaciones, transferencias de emergencia y promesas de
buena voluntad.
No se trata solo de un retraso logístico ni es, como pretenden hacer creer, una
campaña de desprestigio. El desabasto afecta a millones de mexicanos,
especialmente a pacientes con enfermedades crónicas. Y en lugar de asumir su
responsabilidad, el gobierno descalifica a quienes protestan, minimiza los
reclamos y presume cifras que solo existen en sus peroratas.
Lo más grave no es solo la falta de medicinas, sino la incapacidad institucional
para reconocer el problema sin descalificar a quienes lo denuncian y actuar con un
gramo de sensibilidad.
Y eso está matando a miles y miles de hombres, mujeres y niños de este país.
Email: aureliocontreras@gmail.com
X: @yeyocontreras

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