A pesar de que Tula de Allende, Hidalgo, fue catalogada en 2019 por la propia Semarnat como uno de los “Infiernos Ambientales de México”, tres años después los vecinos de al menos 14 municipios del estado siguen esperando la prometida declaratoria de emergencia, que permita detonar las políticas públicas y la inversión para la limpieza, saneamiento y rehabilitación de esta región colindante con la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
Marco Antonio Moreno Gaytán, presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense, recordó que las principales fuentes de contaminación del aire, suelo y agua son la Central Termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos” de la CFE, la Refinería “Miguel Hidalgo” de Pemex y las cementeras, así como las aguas negras que se vierten al río Tula procedentes de la Ciudad de México.
Destacó que aproximadamente 600 mil personas son las más afectadas en los municipios de Tula de Allende, Tepeji del Río, Apaxco, Atotonilco de Tula, Atitalaquia, Tezoquipa, Tlahuelilpan, Tetepango, Tezontepec de Aldama, Tlaxcoapan, Ixmiquilpan, Chapantongo, Tepetitlán y Progreso de Obregón.
En el foco de contaminación se encuentran las comunidades de Teocalco, Bomintzha, San Miguel Vindho, El Llano, El Sabbi, Monte Alegre, Conejos, Vito, Apaxco, Santiago Tlautla y Santa Ana Ahuehuepan.
En el Informe Calidad del Aire en la Cuenca Atmosférica de Tula, de agosto de 2020, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reconoce que Tula de Allende es la mayor generadora de contaminantes en Hidalgo, ya que aporta el 97 por ciento del dióxido de azufre (SO2), 83 por ciento de las partículas suspendidas y el 43 por ciento de los óxidos de nitrógeno (NOx) emitidos en el estado, que ponen en riesgo la salud de la población.
El reporte establece que el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno provienen principalmente del sector que genera energía eléctrica (conformado por dos empresas) y del sector petróleo y petroquímica (integrado por cinco empresas en la región), todas de jurisdicción federal.
En tanto, la emisión de partículas (PM10 y PM2.5), son provenientes de los sectores de generación de energía eléctrica, cemento y cal (conformado por seis cementeras y cuatro caleras), también de jurisdicción federal, y en menor medida de las vialidades sin pavimentar y actividades agrícolas.
