Por Benito Navarrete
El VIH ya no es una enfermedad que cause miedo.
En México el IMSS registra una incidencia anual de 2 mil 500 nuevos casos. Además tenemos una base de pacientes que adquirieron la enfermedad hace casi 40 años y que gracias a los nuevos tratamientos ya son pacientes muy estables y que pueden controlar adecuadamente su estado de salud, siempre y cuando tomen su medicamento como debe de ser, con lo cual pueden llevar una vida completamente normal.
Los grupos de riesgo le han perdido el miedo a la enfermedad. Y ya no le tienen miedo debido a que ya es una enfermedad controlable. Mucha gente piensa que si se infecta ya se puede controlar con medicamentos. El VIH ya no es una enfermedad mortal o tan crónica como una diabetes; incluso una infección por VIH es más controlable que la diabetes porque los medicamentos son más eficaces para controlar la progresión de la enfermedad. Entonces desde mi punto de vista, esa sería una de las principales razones por las cuales los porcentajes de VIH no han disminuido en todo el mundo.
Hacen falta más campañas que enfaticen que, aunque la enfermedad ya no es mortal, es un padecimiento que acompañará a la persona durante toda su vida, por lo que deberá consumir medicamentos hasta el día de su muerte, y que en caso de dejar de tomarlos, el virus se puede volver más resistente
Estimación de personas adultas viviendo con VIH/Sida: 210,000
– 166,000 hombres (79 por ciento)
– 44,000 mujeres (21 por ciento)
Prevalencia de VIH/Sida en adultos: 0.24 por ciento
Nuevas infecciones en 2016: 11,000
Porcentaje de personas infectadas por el VIH que no lo saben: 37 por ciento (2015)