CIUDAD DE MÉXICO.
Un año después del terremoto de 1985 en la Ciudad de México, el productor mexicano Manolo Fábregas (1921-1996) repuso el musical El violinista en el tejado que expone un mensaje de esperanza, comprensión, amor, fe y unión de una familia, más allá de las diferencias entre sus integrantes, de la relación entre un padre y sus tres hijas, y de la despedida de su hogar muy a su pesar.
El mensaje de la obra vuelve a resonar en la cartelera mexicana y nuevamente tras un terremoto, el del 19:S, para recordar precisamente que pertenecer a este núcleo de manera incondicional, ante cualquier circunstancia, es una prioridad y también un regalo de vida. Así lo señaló Mónica Díaz, productora y protagonista de El violinista en el tejado que se presenta en temporada el Teatro del Parque Interlomas.
“Siempre es una obra actual, porque habla sobre los valores de la familia, el amor a Dios y a la dignidad, pero también es una historia de migración en la que hay que dejar atrás todo lo que perdiste. ¿Cuánta gente no está en esa situación en nuestro país? Hay muchos que tuvieron que dejar lo que tenían. En la obra se habla de una situación política, pero por otros motivos, como el terremoto, hay personas viviendo esto.
“Es una obra entrañable, profundamente conmovedora y de esperanza. Nunca ha dejado de estar en temporada en el mundo. Se dice que desde que se estrenó mundialmente en 1964, nunca ha dejado de presentarse, en algún lugar del planeta, precisamente por el mensaje que lleva. La gente necesita esperanza y saber que por más difícil que se pongan las cosas, cuentas con tu gente para salir adelante”, expresó Díaz, de Bernstein-Peralta Producciones y actriz del musical, en entrevista vía telefónica para Excélsior.
El montaje mexicano, que tuvo su estreno en 2012 y la última vez que estuvo en temporada fue en el Teatro San Rafael, previo a la que está en curso, está dedicado en esta ocasión al director musical Rubén Peralta, quien falleció y cuyo cargo ocupa ahora Jorge Romano, graduado de Berkeley School of Music en Boston.
“Tenemos nuevamente la orquesta en vivo de 22 elementos y un elenco de 30 actores en los que se incorporaron Enrique del Olmo Dávila y Enrique del Olmo Peralta, quienes conviven por vez primera en el escenario, mientras que Sonia Monroy interpreta el papel de Tzeitel, la hija mayor, y el personaje principal, el lechero, lo está haciendo Alejandro Toporek, quien estrenó la obra. La dirección de escena es de Ricardo Díaz.
“Estamos haciendo esta puesta en escena como homenaje a nuestro socio Rubén Peralta, quien falleció en junio, y siempre pugnó por la música tal cual estaba escrita para las obras, así que procuraremos que eso suceda en adelante”, precisó.
La temporada es corta, pero aún restan cuatro semanas para dar paso a otros proyectos de teatro musical.
El violinista en el tejado está basado en las historias de Sholem Aleichem sobre Tevye, el lechero, y sus hijas, que se publicaron por primera vez en 1894. Habla de la precaria situación de los habitantes de un pequeño poblado riso de Anatevka en la Rusia zarista y cómo el apego a sus tradiciones les permite enfrentar la vida, los cambios sociales y políticos, centrando su energía en la fe, el amor familiar y su comunidad. Es narrada por el protagonista.